Hierro. Una exposición de Antonio Ballester Moreno

“La estética idealista nos ha enseñado que la verdadera invención artística se produce en el instante de la intuición-expresión que se consuma totalmente en el interior del espíritu creador.”  

Umberto Eco, Los colores del Hierro


En sus últimas exposiciones Antonio Ballester Moreno ha encaminado su obra a una simplificación que busca intensamente un arte que sea capaz de conectar, mediante códigos concretos y sencillos, con un observador que pueda contemplarlo bajo el sentir de las emociones que fundamentan luego el pensamiento. En esta ocasión presenta Hierro, una exposición compuesta por cuatro pinturas abstractas de gran formato en tonos naranjas y amarillos divididos horizontalmente, y un collage de un bosque de pinos verdes ubicado en el muro frente a ellas. Es posible que estas pinturas prácticamente monocromas surjan como un ordenamiento de sus pinturas anteriores llenas de imágenes, colores y texturas, como puede que también –y es lo que quiero creer- nazcan como una nueva búsqueda que se debate entre la observación del mundo y la aplicación de diferentes teorías del color. En todo caso, ambos caminos sugieren búsquedas existenciales.


Vista de la exposición Hierro, Galería Louis 21 Palma de Mallorca, 2014

Vista de la exposición Hierro, Galería Louis 21 Palma de Mallorca, 2014


La abstracción, en la obra de Ballester Moreno, existe -más que como negación de la “realidad”- como revelación de una “realidad” más allá de lo visible, de aquello que el ojo no puede ver pero que en determinada sintonía somos capaces de percibir. Hierro muestra una relación alquímica con el mundo siendo capaz de transformar la materia –la mínima esencia- en cuadros, en visiones o en estratos de la tierra. En ciertas filosofías orientales existe la creencia de que el cambio constante de las energías del cosmos ocurre en sincronía con su dualidad, lo visible existe en medida de lo invisible, lo abstracto en medida de lo concreto, así ambas caras construyen de una manera completa  la imagen de la realidad. Esta idea la representa perfectamente el I ching o libro de las mutaciones el cual en su código poético presenta una situación determinada -en muchos casos emocional- como si se tratara de un paisaje: “Arriba Sun el viento, abajo Kun la tierra. El viento sopla sobre la tierra, la imagen representa la contemplación”. En la obra de este artista, observación y contemplación son actitudes guiadas por esa dualidad que se expresa a distintos niveles: primero de manera concreta –lo visible- definiendo que los diferentes colores utilizados son en realidad los que el elemento hierro toma en la materia la arcilla es naranja por el hierro, el amarillo óxido de hierro es una tierra y un pigmento, las plantas son verdes por el hierro”, y  en segundo nivel, uno más sutillo invisible-, los colores representan un estado anímico del alma.
Naranjas, 2014. Acrílico, lienzo y madera 222 x 172 cm

Naranjas, 2014. Acrílico, lienzo y madera 222 x 172 cm

Amarillo, 2014. Acrílico, lienzo y madera 116 x 148 cm

Amarillos, 2014. Acrílico, lienzo y madera 222 x 172 cm


En la historia del arte se vuelve complejo definir una obra de arte por sus aspectos sensibles, por aquellas intenciones que reflejan -como en el caso de Kandinsky- lo espiritual en la obra de arte. Lo más común es encontrarnos una lectura pragmática de la forma, un pequeño engaño para quien quiera quedarse en lo exterior. Desde sus orígenes el arte abstracto comprendió esta dificultad y en cierta medida dejó que esa dualidad existiera, su distancia de lo “real” siempre se ha prestado para esas interpretaciones, es lo suficientemente intangible como para representar el elevado mundo del espíritu y, a su vez, como para representar cualquier otra cosa. Antonio Ballester Moreno juega con esa dualidad, como podemos ver en Hierro su obra se ha vuelto cada vez más concreta en la medida que los elementos han sido reducidos al mínimo, haciendo que los materiales tomen una fuerte importancia, y ese diálogo entre sus pinturas abstractas y la imagen de un bosque, nos recuerda que en las formas del mundo visible hay un espíritu que las guía.

Amarillo y Naranja, 2014 Acrílico, lienzo y madera 222 x 172 cm / Amarillos, 2014 Acrílico, lienzo y madera 222 x 172 cm

Bosque, 2012. Collage, cartulinas de color y papel 50 x 65 cm / Amarillo, 2014 Acrílico, lienzo y madera 116 x 148 cm

Bosque, 2012. Collage, cartulinas de color y papel 50 x 65 cm / Amarillo, 2014 Acrílico, lienzo y madera 116 x 148 cm


Antonio Ballester Moreno nace en Madrid, España en 1977. Para más información del artista pueden visitar la web de su Galería de Palma de Mallorca Louis 21 «The Gallery».