(Entrevista) PLANTA #3 «Mapeando la autogestión en latinoamérica»

Para esta edición de aniversario Feria Ch.ACO nos entrevistó a Matías Allende y a mí. Aqui contamos sobre lo que es esta tercera edición de PLANTA, la sección de la feria en la que confluyen espacios auto gestionados regidos por innovadores modelos de gestión, y cuyas propuestas artísticas dan cuenta de la gran diversidad de identidades y problemáticas existentes a lo largo de la región.

Mediante la investigación curatorial y el trabajo colaborativo, PLANTA busca visibilizar no solo los contextos sociopolíticos que atraviesa cada uno de los países representados, sino que también los modelos de gestión que surgen en cada contexto, a menudo producto del estado de sus instituciones culturales. Una suerte de mapeo regional de las contingencias que marcan la pauta hoy en día y sus más fieles representantes. De este modo, esta sección se configura como una plataforma de interacción y difusión entre espacios que no sienten la necesidad de adherirse a marcos teóricos hegemónicos y que, gracias al profesionalismo de su trabajo y la gran calidad artística de sus propuestas, consiguen dar una mayor amplitud de miradas a sus contextos locales. A su vez, como un espacio integral que dialoga, desde una vereda más experimental, con las otras dos secciones curadas de la feria.

Ch.aco : ¿Cuál es el rol que ocupan estos espacios auto gestionados en el marco de la escena del arte contemporáneo regional?

M.A: Lo que hizo Carolina con los dos primeros años de Planta fue darle una identidad a un proyecto con mayor labor curadurial. En otras ferias, se recibe convocatoria y se trabaja con espacios que tienen proyecciones de ser galería o de mantenerse eminentemente con la transacción comercial. Planta, en cambio, es una investigación en curso, y al seleccionar y hacer la pesquisa país por país, se van conociendo estrategias según cada contexto. Así Planta es el resultado, entre otras cosas, de un mapeo de las distintas realidades que vive cada uno de los países de origen de los espacios seleccionados.

C.C: El lugar desde donde provienen, su contexto, es súper importante, y en muchos casos, la relación que son capaces de generar con su entorno, su impacto a nivel local, es una de las principales razones por la que nosotros los escogemos. El escenario a nivel latinoamericano es tremendamente precario y ocurre que los espacios independientes se transforman en “la institución”. El esfuerzo a través de los años va haciendo que estos espacios independientes vayan creando un público y desarrollando un cuerpo crítico y discursivo, que les otorga mucho valor en su contexto. Ese traslado, desde su lugar de origen al lugar de la feria en Chile, es un tremendo valor, porque es aquí, en Planta, donde es posible generar una red en la que todos comparten un poco de sus contextos locales. Los artistas y/o directores de los espacios traen consigo toda su experiencia, formas de ver y hacer, dando paso a un debate colectivo que genera alianzas y colaboraciones. Además de una interacción con el mercado, Planta ofrece un lugar en el que puedan reconocerse entre sus pares y en base a eso forjar alianzas.

Ch.aco :¿Cómo se definen los espacios que están en Planta?

M.A: Son muy fieles a su identidad y fieles a lo que demanda el contexto. Hay contextos en donde realmente generar mega infraestructuras no tiene ningún sentido, entonces se adaptan a lo que hay al alcance. A su vez, muchos de estos espacios se consolidan como plataformas que brindan oportunidades de hacer residencias, exponer y por consecuencia abrirle puertas a los artistas. Son espacios que generan un impacto en la escena local. Por otro lado, y lo más importante, es la incorporación de procedimientos locales en la realización de obras, tal vez -cómo señalan muchos críticos- se deba por una fatiga de lo “high tech”, pero más probablemente sea por rescatar relatos, formas y paletas locales, que no sólo hacen más económicas las piezas, sino que también las ponen en relación con un público que general que empatiza materialmente con las piezas.

C.C: Hay mucha experimentación, y no lo digo como un cliché, sino que es posible ver como son proyectos en los que se corren muchos riesgos tanto en las propuestas expositivas, como en la mismas obras y sus discursos. El espacio “María”, por ejemplo, es un proyecto constituido solo de mujeres, todas con obras muy potentes,  que está recién comenzando. Aún no sabemos el impacto que tendrá en Lima, pero entendemos que en el contexto en el que estamos hoy en día un proyecto feminista que toca cuestiones como la representación desde la paridad en el sector artístico cultural peruano, es muy pertinente.

M.A: Si los espacios no reflejan cuáles son las inquietudes, necesidades y carencias de la actualidad, son espacios que están totalmente fuera de campo porque finalmente la cultura es la inserción en los problemas de la identidad. Cada país, o región tiene diferencias, pero en esas diferencias hay puntos de unión. Se generan puentes en distintas localidades, lo cual es importante porque finalmente el arte latinoamericano se ha sostenido a partir de tesis esencialistas.

C.C: Si bien no tienen fines comerciales, la estructura de los espacios que están en Planta ha ido incorporando los aspectos del mercado de manera integrativa. Entienden la importancia del mercado y optan por la integración, saben estar adentro y afuera, operar en los bordes y en el centro del mundo del arte, seguir el juego.

M.A: Si no fuese por Planta, no habría otra instancia, no solo en Chile sino que en la región, de generar un mapa de asociaciones. Porque no se trata de espacios comerciales y muchos de ellos funcionan como residencias para artistas o como espacios de reflexión prestos a diversos modelos: charlas, seminarios académicos o incluso reuniones barriales. En ciertos países de Europa esos espacios tienen apoyo del Estado; cada región o cada país reúne a todas las asociaciones y comparten una plataforma de comunicación en común y reciben subvención. Eso, en el marco local, con las diferencias insoslayables entre una estructura pública y otra privada, esto se reduce a Ch.ACO, que es la única instancia en la que se juntan todas las asociaciones e instituciones relacionadas al arte contemporáneo, en una semana, y gracias a PLANTA, con o sin fines de lucro como fin último.

Ch.aco : ¿Hay ciertas temáticas en común que atraviesan las propuestas presentadas?

C.C: El hilo conductor es la diversidad.

M.A: Creemos que en la diversidad están los vínculos.

C.C: El ser espacios independientes no les hace ser distintos, profesionalmente hablando, a la hora de abordar sus proyectos, son capaces de generar exposiciones, discursos de gran contenido y con profesionalismo. Lo que hay es una diversidad discursiva, que nace en una generación que no tiene interés en vincularse a un marco teórico hegemónico, como decía Matías, lo que otorga libertad creativa, y permite a los artistas poder pensar desde distintas problemáticas, trabajar con diversos materiales. Esto es muy visible en Planta, cada año hay proyectos más ricos y potentes.

M.A: Y en ese sentido, con Carolina trabajamos todo el comienzo, la selección de los espacios, no solo por su propuesta artística sino que también por  su infraestructura, y no solo en términos materiales, sino que también en términos reflexivos y cómo se enfrenta al escenario global. Y recién retomamos el trabajo curatorial al final, cuando decimos “tú, espacio de México, resuelves bastante similar con este espacio de Tucumán de Argentina”. Poder hacer esos vínculos, que son distintas formas resolutivas en los proyectos, es súper interesante.

Ch.aco : Esta sección se define como un diagnóstico producto de una investigación regional.

C.C: Era importante que pudiéramos seguir abriendo este mapa para poder diagnosticar qué es lo que se viene, porque al final Planta se posiciona en ese espacio entre lo que está por ocurrir y lo que está ocurriendo.

M.A: Yo creo que sobre todo son las operaciones y procedimientos de producción artísticas que están realizando los artistas las que son emergentes, en el sentido de que hay un trabajo reflexivo que considera el pensamiento de una nueva generación. No definimos los espacios por antigüedad, eso sería taxativo, considerando lo que te comentábamos anteriormente, que lo que nos interesa de las asociaciones es cómo se relacionan con su contexto, sin la pretensión última de ser una gran estructura, sino que cubrir necesidades específicas.

Ch.aco : ¿A qué atribuyen el interés que ha ido generando la sección?

M.A: No sé si quiero darle una responsabilidad generacional, pero creo que hay mucho de eso. Así como ya no hay un rechazo total al mercado, hay mucho trabajo colaborativo. Entonces ver que algunos artistas vienen desde Chile y ayudan a montar al proyecto de Puerto Rico es increíble, porque da cuenta de que no piensan en la lógica: “yo voy a vender más que otro”. También tiene que ver con saber que hay que estar en todas, y no es una guerra fratricida o la supervivencia del más apto, sino descubrir la manera de todas sobrevivir de la mejor manera.

C.C: El hecho que sean espacios que están constantemente pensando y en los que la articulación viene dada por los propios artistas, implica que se evidencien problemáticas que abarcan desde la gestación de las ideas artísticas, y eso llama la atención. Esta manera de trabajar es muy atractiva. El éxito de la sección está dado por todo lo que hacemos entre todos los que estamos ahí y lo que cada uno de nosotros trae desde su lugar de origen. También hay un manejo de medios muy propio de esta generación, que sabe que puede entrar y salir del mundo público y privado súper cómodamente.

Ch.aco : Y asumir que esa es una posibilidad viable, aprovechar los medios y mantenerse fiel a la identidad personal.

C.C: Estos tres años de PLANTA han sido una gran oportunidad para profundizar en mis investigaciones personales. He podido acercarme a escenas de países de las que no sabía prácticamente nada, con los que me he encantado, como República Dominicana, Puerto Rico y Perú, y aunque parezca increíble, también Chile. Después de vivir diez años fuera, cuando regresé y la dirección de la feria me propuso estar a cargo de Planta yo sabía poco y nada de lo que estaba pasando aquí y hoy puedo decir que es un contexto del que me siento muy parte, puedo decir orgullosa que están ocurriendo muchas cosas interesantes y que tenemos una tremenda generación de artistas, gestores  y curadores jóvenes muy potentes. Para mi haber invitado a Matías a ser mi partner en esto tuvo que ver con acercarme aún más a esta nueva generación, los de veintitantos años, porque Matías tiene otros vínculos, hace otras asociaciones, le interesan temas que en algunos casos están lejos de mi sensibilidad, y ese encuentro es muy rico. Refleja muy bien el espíritu de nuestro trabajo en el cual la amistad y generosidad son nuestras principales herramientas de pensamiento y acción.

M.A: Algo que nos unió desde un comienzo, independiente de que en muchas cosas tengamos opiniones distintas que se reflejan en nuestros criterios curatoriales, es que ambos trabajamos desde el mismo punto de vista; la amistad y el compañerismo. Además, es increíble trabajar con una curadora que tiene más trayectoria, y que conoce una generación que me interesa un montón, pero con la cual tengo una barrera contextual que no tengo, por ejemplo, con mis co-generacionales. Y no solo eso, sino que también entiende la práctica curatorial en un contexto de feria como una doble tarea de investigación y gestión, súper dinámica y orgánica. Yo provengo del mundo de los museos, que tiene una lógica de funcionamiento totalmente distinta, y la puesta en valor de las colecciones tiene que ver con un desarrollo de la práctica museográfica y los programas públicos, que en Chile aún no se han desarrollado tanto. Ahora, comprender el germen de la conformación de colecciones -que pueden continuar siendo privadas, pero más de alguna puede tener un fin público-, me parece que es comprender el engranaje completo. Y si pensamos que Planta atiende la producción más joven y experimental de la región, es posicionarnos detrás de los circuitos consagrados, la crítica y la historia del arte; para preguntarnos cómo estas obras casi efímeras en el bullente mercado pueden ingresar a nuestras instituciones de memoria e identidad.


Esta entrevista fue publicada originalmente en inglés en Artsy en septiembre de 2018.